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jueves, agosto 02, 2007

Pronto estarán aquí...!




Seguramente os preguntaréis quiénes son ellos, los que se esconden tras esas miradas...
Pues bien, ellos son los Wonwings y salieron de su planeta hace unas semanas. Los motivos de su viaje los podréis descubrir dentro de poco.
Hasta el momento esto es todo lo que se puede contar... Cuando lleguen seréis los primeros en saberlo! Tienen muchas ganas de compartir con vosotros los mejores momentos.
Hasta pronto!!

3 comentarios:

Foly Galán dijo...

...¿Qué te parece?...

BARRANCOS EN LAS NUBES



Foly Galán


Capitulo 1º
EL VALS DEL ESCOBILLÓN

... Rosario, cumplirá a finales de éste mes los cincuenta y ocho años; en este momento, está realizando sus rutinarias labores domesticas. El viejo reloj de pared que heredó de su abuelo, y que actualmente preside el salón de su casa desde encima de la chimenea, acaba de dar las doce campanadas del medio día. Un pequeño transistor, desde un estante de la cocina, sintonizado en la frecuencia de una emisora local, emite diariamente una nostálgica selección de clásicos temas de Rock & Roll de los años cincuenta; el sonido se expande, y dichas viejas canciones, pasean libremente su melodía por toda la vivienda de Rosario, la cual, repentinamente, ha sentido la irresistible tentación de bailar mientras estaba barriendo el pasillo, y se ha dejado llevar, acabando por ejecutar un improvisado y espontáneo vals con el delgado e indiferente palo del escobillón.
... La distorsionada música emitida por el precario y anticuado transistor de Rosario, se va diluyendo y filtrando entre las paredes de su vivienda, hasta finalmente desaparecer por completo al llegar a la calle, donde es totalmente ahogada por el ruido de los motores y las bocinas de los coches, o el taladrar del martillo neumático que perfora la calzada desde hace una semana, debido a las recientes obras realizadas como consecuencia de algún supuesto problema en el alcantarillado.
... Rosario, ahora esta frente a su transistor, preparándose el almuerzo. Después de comer allí mismo, en la pequeña mesa de la cocina, lenta y pensativamente, recogerá los platos, limpiará la losa, y le pondrá algo de comida y agua limpia a su gato; al cual, como de costumbre, llamará por su nombre varias veces sin éxito alguno, ya que el animal, generalmente, pasa la mayor parte del día durmiendo en los más recónditos escondites, recuperándose de sus arriesgadas e interminables correrías nocturnas por el barrio. Ella lo encontró hace ya casi siete años, siendo tan solo una cría indefensa, abandonado dentro de un saco amarrado, que algún cruel desaprensivo arrojó al barranco, donde la mujer, afortunadamente, lo escuchó maullar desesperadamente y lo pudo rescatar, antes de que fuera arrastrado por las torrenciales aguas de aquel lluvioso invierno. Por ese motivo, bautizó al animal con dicho significativo nombre: "Barrancos".
... Barrancos, es un simpático y rollizo gato negro, con los ojos grandes y un poco bizcos. Tiene el pecho y la barriguilla de color blanco, aunque generalmente, nadie lo diría, por la suciedad que se le adhiere constantemente a su pelaje en sus secretas e incontables expediciones nocturnas por las calles, los tejados, y los solares de las inmediaciones: las cuales, también le han marcado de cicatrices su oronda anatomía felina. Sé suele decir que los gatos tienen siete vidas, pero en su caso, se podrían multiplicar a su vez por siete más, puesto que el pobre Barrancos, parece un imán para las desgracias, aunque aún así, escapa milagrosamente con vida de todas ellas: ataques de perros grandes, atropellos por coches, motos y camiones, caídas desde las azoteas, envenenamientos, y todo tipo de insólitos accidentes domésticos, a los que, sorprendentemente, ha sobrevivido hasta el momento.
... Rosario enviudó hará unos quince años aproximadamente, desde entonces ha vivido completamente sola, hasta que encontró al simpático gato, el cual, realmente, más que hacerle compañía, la ha mantenido entretenida, llenando su existencia de constantes preocupaciones e imprevistos y disgustos, a los que, inevitablemente, ella ha llegado por fuerza a acostumbrarse. Barrancos, nunca ha llegado a cazar ni a un solo ratón, pero, habitualmente, es presa de los más insospechados accidentes. Cada semana que pasa, se convierte en una nueva e intrigante posible incógnita: ¿en que líos se meterá Barrancos ésta vez?

Capitulo 2º
RETORNO A LA DESIDIA

... Lo que Rosario desconoce, es que su gato lleva una doble vida; bueno, más exactamente, podríamos hasta decir que es un animal con personalidad múltiple, ya que hay al menos otros dos hogares más, en los que para sus moradores, Barrancos, es considerado casi como uno más de la familia, aunque, por supuesto, lo hayan bautizado con nombres diferentes.
... Martín, es un albañil jubilado de setenta y cinco años, que también tristemente ha enviudado recientemente. Él, llama al gato: "Petróleo"; ya que el día en que se lo encontró deambulando y tambaleándose por las calles, hace ya unos cinco años, él animal estaba íntegramente manchado de grasa y apestando a gasolina; y al verlo aparentemente aturdido y desorientado, creyéndolo abandonado, lo llevó a su casa, donde, esporádicamente, suele pasar alguna noche durmiendo a los pies de la cama de Martín, o se presenta ocasionalmente de improviso para alimentarse, ya qué, ese día, el menú que le ha servido Rosario no es de su agrado.
... Aquel día en que Martín conoció al animal, Barrancos, estaba algo drogado por los gases de los productos químicos que había estado olfateando: había pasado las últimas horas restregándose por todos los rincones del taller de mecánica del barrio, donde Javier, él propietario, también lo conoce desde hace unos seis años y desde un principio lo apodó: "Negrito". Allí, él gato nunca va a dormir, ni lo invitan jamás a comer, pero disfruta tremendamente investigando; trepando por todas las cajas de repuestos, sobre trastos viejos y polvorientos, o entre los destartalados y grasientos coches apilados que Javier almacena en su recinto con el fin de usar sus piezas posteriormente para recambios.
... En la casa de la familia Hernández, Barrancos, también hace lo mismo que en la casa de Martín, o que en la de Rosario, pero allí, sé le conoce por el nombre de: "Bartoloméo". Fue Martita, la hija única de catorce años del matrimonio, la que lo bautizó así hace cuatro años, cuando lo escuchó maullar dentro de un contenedor de basura, donde el gato se había introducido posiblemente para investigar, y alguien, seguramente sin darse cuenta de que él estaba allí dentro, tras arrojar alguna bolsa de basura, cerró la tapa del recipiente dejándolo atrapado. Una hora después de ser rescatado por los padres de Martita, pasaría el camión de recogida de basura, en el que, sí no es por la niña, Barrancos, muy posiblemente, habría perdido irremediablemente la vida, siendo triturado por la potente compactadora del vehículo.
... Ésta noche, durante un descuido de Rosario, mientras ella recogía la cocina después de cenar, Barrancos se ha colado dentro del refrigerador y, por tercera o cuarta vez ya, a vuelto a quedarse atrapado dentro. Ella, está a punto de irse a dormir y puede que hasta mañana por la mañana, al ir a prepararse el desayuno, no descubra que el inconsciente de su gato se ha quedado atrapado dentro de la nevera, y puede que para entonces ya sea demasiado tarde...
... Pero, una vez más, Barrancos, se ha librado otra vez de congelarse y convertirse en un "polo de gato". Afortunadamente, a media noche, Rosario se despertó por culpa de una angustiosa pesadilla, y se levantó de la cama para ir a la cocina y prepararse un vaso de leche caliente. Al abrir la puerta del refrigerador, se lo encontró tumbado sobre la bandeja de las verduras, mirándola con sus enormes ojos bizcos, como sí tal cosa, como sí no pasara nada... ¡Ay, Barrancos, estás en las nubes!

Fin

Foly Galán dijo...

... ¿Y éste?...

EL SUEÑO DE LA PEQUEÑA SOFÍ

Foly Galán

... Para todos los que compartimos el mismo sueño...

Capitulo 1º
LA PESADILLA FAMILIAR

... Sofí es una niña bastante tranquila, sociable, obediente y muy cariñosa. Acaba de cumplir los siete añitos. Vive con sus padres en un pequeño pueblo, que en el pasado fue una comunidad agrícola, pero ha sido invadido paulatinamente por chales adosados, que lamentablemente, suelen ser habitados por enemigos del campo. Es hija única, fruto de un matrimonio de mediana edad, de clase sólidamente acomodada, políticamente conservadores y católicamente practicantes. Curiosamente, desde el mismo día de su bautismo, a Sofí le han dado muchísimo miedo las iglesias. Pero en realidad, lo que la niña siente interiormente, es una tristeza insoportablemente inconsolable, cada vez que observa las expresiones de amargura y dolor, que reflejan todas esas imágenes, expuestas en los pedestales y en los altares de los templos, que representan a los Santos o a la Virgen. Y sobre todo, las heridas despiadadamente sádicas, aún sangrantes, de Jesucristo en la cruz. Ella no lo entiende: No le parece justo que los tengan así, castigados por haber sido buenos.
... Desde hace unos dos años aproximadamente, tras la muerte de su abuela materna, con la que Sofí rezaba diariamente el rosario, la niña tiene cada vez más preocupados a sus padres, que se están replanteando seriamente, aconsejados recientemente por la profesora del colegio, el ponerla en tratamiento psicológico: Ya que su aparente fobia hacia los templos, se ha transformado progresivamente, en una insólita adoración obsesiva hacia los edificios sagrados, degenerando de forma preocupante en el presente: Ya que ahora, hasta intenta escaparse regularmente de casa para ir a la iglesia y lo más inquietante, es que últimamente lo hace a hurtadillas y hasta por las noches. Y siempre, portando a la espalda, su pequeña mochila del colegio, en la que en lugar de los cuadernos, sus lápices o libros, hay unos alicates, que previamente ha sustraído de la caja de herramientas que su padre esconde en el trastero y junto a los alicates, lleva el pequeño botiquín que su madre suele guardar en uno de los armarios del cuarto de baño.
... Aparentemente, la causa originalmente responsable del actual comportamiento de la pequeña Sofí, es un mismo sueño que se le repite casi todas las noches desde el fallecimiento de su abuela: a la que los demás, ella siempre escuchó como catalogaban de Santa. Pero Sofí, prefiere recordar a su abuelita felizmente sentada en la mecedora, con su gato durmiendo sobre ella, descansando sonriente, rodeada de sus familiares e innumerables amistades. En lugar, de verla condenada a estar solita y triste, eternamente cabizbaja y de pie, en el frío pedestal de algún altar desconocido.

Capitulo 2º
EL SUEÑO DE SOFÍ

... Esta noche, mientras sus padres discuten desconsideradamente en el salón, por qué no logran entender lo que le ocurre a su hija Sofí, ella, está completamente sola en su dormitorio, arrodillada a los pies de su cama, rezando las oraciones que le enseñó su difunta abuela, como hace siempre antes de acostarse. Pronto, se acurrucará junto a su peluche favorito y después de un rato, en el que estará intentando no pensar, se quedará dormida. Hasta mañana no lo sabremos, pero muy posiblemente esta noche, la pequeña Sofí, también volverá a soñar lo mismo...
... En su sueño reiterado, Sofí consigue salir de su casa durante la noche, cargando con su mochilita a la espalda. Andando, apresuradamente, recorre varias calles oscuras e interminables, hasta que finalmente, logra llegar a la grandiosa iglesia. Afortunadamente, encuentra una pequeña puerta entreabierta por la que colarse dentro sin dificultad. En la penumbra, con la ayuda de los alicates, que había sacado de la caja de herramientas de su padre, la niña logra quitar, uno a uno y con gran esfuerzo, los sólidos clavos de hierro recubiertos de herrumbre, que retienen inmovilizado a Jesucristo desde hace más de dos mil años, apresándolo a esos tan simbólicos trozos de madera. Y después de curarle y vendarle sus viejas heridas con mucho cariño y delicadeza, gracias al botiquín que su madre suele guardar en el cuarto de baño, Sofí, escucha en ese momento la suave voz de su abuelita, recordándole que la quiere muchísimo y que no debe preocuparse nunca más, ya que ahora estarán todos perfectamente. Le promete, que siempre estarán a su lado y, además, en compañía de su abuelito y de toditos sus familiares y seres queridos. Tras lo cual, la pequeña Sofí, observa como Jesucristo resucita al fin, tomándola entre sus brazos, besándola en la frente y dándole las gracias sinceramente, por haberlo rescatado de su inmerecida prisión perpetua, al tiempo que todas las demás imágenes del templo, lo hacen simultáneamente también: Descendiendo felizmente de sus pedestales, uniéndose a ellos y saliendo todos juntos de allí, para ser libres eternamente, pero en un mundo mejor, sin víctimas resignadas, ni verdugos sádicos, donde los niños jamás volverán a escuchar a sus padres discutir.
... Pero desgraciadamente, acabo de volver a escuchar los gritos histéricos de la madre de Sofí. La están reprendiendo nuevamente y le han garantizado, que mañana sin falta, pedirán hora para ella en la consulta del psicólogo. La han vuelto a descubrir cuando salía a hurtadillas de casa, cargando con su mochilita a la espalda, con los alicates y el botiquín. Me gustaría decirle a esa señora, que yo también estoy totalmente de acuerdo con lo que piensa su hija. Pero lógicamente, la mujer se alarmaría más aún, creería que se trata de una epidemia diabólica y como ya no están de moda las crucifixiones, ni las hogueras, probablemente, pediría hora también en la consulta para mí. Así qué, si por casualidad, tu también compartes nuestro sueño, mejor será que no sé lo confieses a nadie, por qué puede, que también acaben pidiendo otra cita para ti...
Fin

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Espero que nos hagan entrar en razón. Un saludo.